Su efectividad ha sido demostrada en numerosos estudios médicos. No obstante, cabe destacar también que en el éxito del tratamiento juegan un importante papel en factores como:
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La experiencia del equipo médico
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El seguimiento multidisciplinar que el paciente reciba para obtener una pérdida de peso estable
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La accesibilidad de todos los profesionales que necesita para hacer el correcto cambio de hábitos alimenticios y estilo de vida: especialistas en Aparato digestivo y Obesidad, nutricionistas, psicólogos, etc.
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El grado de compromiso del paciente con respecto al cumplimiento de las pautas y seguimiento que aconseje el equipo médico.
Como vemos, son varios los factores que condicionan el éxito. Si estas variables se controlan, el paciente recibirá un tratamiento con muchos beneficios: sencillo, simple, eficaz, sin cirugía ni prácticamente riesgos asociados, y que permite deshacerse de los kilos de más y mejorar la salud.
Una muestra de ello son los resultados de un estudio multicéntrico (*) que recopila los datos de más de 250 pacientes tratados con balón intragástrico en diferentes centros médicos de Roma (Italia), Madrid (España) y Lieja (Bélgica).
La investigación tenía como finalidad dos objetivos:
- Valorar la eficacia del balón intragástrico como tratamiento de la obesidad entre los 6 y 42 meses después del tratamiento.
2. Valorar la mejora de comorbilidades asociadas a la obesidad tras el tratamiento con balón intragástrico.
Los resultados del balón intragástrico son claros:
La media de índice de masa corporal (IMC) se redujo un 28,6 ± 0,4 al inicio, un 25,4 ± 2,6 kg / m2 a los 6 meses y 27,0 ± 3,1 kg / m2 en 3 años.
La media de exceso de pérdida de peso fue de 55,6% a los 6 meses y el 29,1% a los 3 años.
Tan solo un 18% tuvo complicaciones leves asociadas a la colocación del balón intragástrico: fuga (28), intolerancia (14), úlcera duodenal (2), gastritis (1), esofagitis (1), pólipos duodenales (1).
La tasa de pacientes con hipertensión disminuyó del 29% al inicio del estudio a un 16% a los 3 años. La diabetes disminuyó de un 15% a un 10% y la hipercolesterolemia (colesterol en sangre) disminuyó del 32 al 21%.
Como conclusión, el balón intragástrico es una opción segura y eficaz en pacientes con sobrepeso. Ayuda a reducir la progresión de la obesidad y disminuye la prevalencia de una serie de importantes enfermedades asociadas al exceso de peso.
* El estudio médico al que se hace mención en este artículo es: Multi-Centre European Experience with Intragastric Balloon in Overweight Populations: 13 Years of Experience, publicado en la prestigiosa revista médica OBESITY SURGERY Obesity Surgery. April 2013, Volume 23, Issue 4, pp 515-521.